Miércoles y jueves son de Minecraft en clase

Esta semana serán mis primeras experiencias con Minecraft en el aula. Llegaron rápido, mi costado ansioso no se puede quejar. Los candidatos son el colegio Jefferson de Moreno y Escuelas Latinoamérica de Burzaco, en donde voy a estar jugando y trabajando con alumnos de primer y tercer año de secundaria y de sexto grado de primaria, respectivamente. ¿Qué es lo que voy a estar haciendo? Les cuento.

Para esta ocasión, estuve creando un mapa de cero, totalmente árido, con el objetivo de que ellos le devuelvan el verde, o sea, toda la flora y la vida. También tienen la posibilidad de crearse su granja, tener su corral de animales (que estarán escondidos y en muy escasa cantidad alrededor del mapa), armarse sus propios refugios, etc. Para ello, comenzarán tan sólo con las herramientas básicas de madera, y tendrán que recorrer e investigar el mapa para encontrar distintos cofres escondidos, en los cuales están guardados los últimos vestigios de vida vegetal que existen. Por supuesto, no será tan sencillo acceder a ellos, ya que tendrán que descubrirlos y sortear distintos riesgos antes de acceder a ellos.

Mañana miércoles arranco con el Jefferson. Ya que muchos de los alumnos del colegio juegan Minecraft, mi deber es crear una experiencia interesante para quien ya sabe cómo jugar. Para esto, tengo la intención de armar un buen trabajo en grupo y de tratar nociones de comunidad, sociedad, órden, etc. Para eso, voy a dividir a los chicos en dos grupos y cada uno tendrá un elemento fundamentan de supervivencia cerca de su punto inicial. Por eso, cada grupo deberá definir de qué manera consigue el elemento que tiene el otro equipo. ¿Se lo dará sin pedir nada a cambio? ¿Intentará comercializar? ¿Irá a conseguirlo al ataque? Cada grupo va a tener que ver cómo lo hace, mientras tanto, deberán conseguir el resto de los recursos. Por supuesto, al ser jugadores de Minecraft voy a agregarles un poco de dificultad, y tanto el hambre como la vida y los enemigos estarán presentes en el juego.

El jueves, en Latinoamérica, voy a estar contando con la ayuda de Berne Mallaina, un gran amigo que dicta las clases de computación en dicha escuela. El ya hizo un pequeño testeo del uso de Minecraft en su clase la semana pasada, ya que a diferencia del Jefferson, la mayoría de sus alumnos no lo jugaban. Por suerte los chicos lo recibieron muy bien y aprendieron rápido, así que esta semana vamos con un trasfondo interesante. Aún estamos definiendo si los dividimos en grupos o hacemos un trabajo entre todos los chicos (dado que son menos alumnos y menos computadoras también), pero seguramente la experiencia va a estar más orientada a la exploración y al costado ecológico que al social. Al ser alumnos que no tienen experiencia en el juego, iremos viendo en el aula cómo responden e iremos agregando o quitando cosas en base a eso.

En ambos casos, cerca del final de la hora de clase, vamos a cortar Minecraft para charlar entre todos sobre las experiencias que tuvimos, y les haré algunas preguntas que me servirán tanto a mi para tener un registro, como a ellos para que se vayan pensando.

Como verán, ambas experiencias van a ser muy distintas, y eso es quizás lo más interesante. Ya les contaré cómo resultaron, y prometo compartir el mapa una vez finalizado. ¡Deséenme suerte!